Uno de los mayores problemas para los que se inician como “freelace” es saber cuánto debe cobrar por su trabajo. Pero otro problema mayor es lo que los clientes quieren pagar por nuestro trabajo.
La frase Bueno, Bonito y Barato es muy popular en mi país porque todos queremos algo de calidad, bien hecho pero sin pagar lo que realmente vale, y a veces por amistad o por no querer perder el negocio “prostituímos” la profesión, pidiendo unos pocos billetes por un trabajo que vale mucho más. Claro está, lo de bueno y bonito no siempre resulta y sólo terminamos ahuyentando a potenciales clientes, igual no sólo nosotros tenemos la culpa porque hay otro dicho que reza, lo barato sale caro . Pero hay otra frase que me llamó mucho más la atención, que deberíamos de aplicarla todos los que laboramos con ese método y que puede servirnos para ponerle precio a nuestro trabajo como "freelance" y es una que dice: Rápido, Bueno, Barato, escoge dos…
Imagínense en qué aprietos ponemos a los clientes cuando nos piden algún descuento y les decimos que se lo podemos hacer barato y bien hecho pero tardaremos muchos meses en entregarles el trabajo, o lo podemos hacer barato y rápido, pero no garantizamos la calidad. ¿Qué creen que dirán los clientes?
Obviamente no nos podemos dar el lujo de entregar trabajos de mala calidad porque eso hablaría mal de nosotros, por lo que nuestras opciones deberían estar entre bueno y rápido, o bueno y barato. La excelencia cuenca es negociable. Pero es habitual que la mayoría de los clientes pida algo con prisas, lo quieren para ayer, bien hecho y a buen precio (para ellos), por lo que no precisamente debes darle la fórmula, sino que debes complementarla y educar a tus clientes a la hora de ponerle precio a tú trabajo.
Rápido y Bueno
Si te piden algo bien hecho y rápido, debes sumarle al cliente el precio de ese costo extra por las prisas. De lo contrario, se acostumbrarán a que siempre les cobras lo mismo no importa si duermes tus 8 horas o si no dormiste en 4 días, y terminarás con pedidos exigentes, menos dinero en la bolsa y un caos en tu vida. Recuerda que el cliente no olvida cuánto lo cobraste y en cuánto tiempo lo entregaste. Recordará la calidad de tú trabajo.
Bueno y Barato
Hay algunos clientes que sus necesidades realmente no son tan urgentes, pero a veces es el mismo tipo de cliente que siempre te crea una presión innecesaria, te pide cambios constantemente, te regresar todo a la primera versión, te molesta con reuniones tediosas y encima quiere pagar muy poco por un trabajo que realmente tiene más valor. Usa tu sentido común, tú conoces a tus clientes.
Con ellos debes elegir entre darte el lujo de no atenderlos porque representan muchos gastos indirectos, o atenderlos y cobrar un poco menos de lo habitual pero a sabiendas de que será el que menos horas/hombre representará en el flujo de trabajo para no afectar el resto de tus proyectos.
Y tú, ¿qué fórmula tienes para ponerle precio a tu trabajo? Escoge una…
Janet Santiago
Adaptación de “Bueno, Bonito y Barato” o “Rápido, Bueno, Barato” de Oscar Motta, Maestros del Web
Foto: Money Belt - istockphoto.com